Imagen: TwoWander, Pinterest

Los nodos lunares (sur y norte) representan el camino de nuestra evolución. Tanto en nuestra carta como en los tránsitos colectivos, los nodos siempre se encuentran en oposición directa y en signos opuestos.

El nodo sur (☋) representa nuestros patrones anteriores, lo ya conocido pero no resuelto; los comportamientos anteriores que nos ha limitado nuestra sanación y evolución a nivel individual y colectivo.

El nodo norte (☊) es el comportamiento 180 grados diferente que venimos a experimentar y movernos desde un lugar diferente y desconocido. Cuando nos entregamos al aprendizaje del nodo norte, que a veces es incómodo y confuso porque es otra forma de operar a la que estamos acostumbradas, navegamos los acontecimientos de la vida con mucha observación y acción consciente.

El 17 de julio cerramos una etapa de 18 meses donde el nodo sur (patrón anterior) estaba en Escorpio, y el nodo norte (remedio y camino de evolución) estaba en Tauro.

Venimos de un proceso de despedirnos de nuestra tormenta emocional interna, de nuestros miedos al desapego y de la pérdida de control. El duelo, desconfianza y resentimiento que pensamos que habíamos superado volvió a salir a la luz durante esta etapa para darnos la oportunidad de terminar de sanar y encontrar la aceptación de la naturaleza de las cosas, la calma y la simplicidad.

En los últimos meses recuperamos nuestra fuerza y confianza en las cosas, vimos cómo las cosas volvieron a tomar forma y volvimos a sentir cierta armonía y tranquilidad en las nuevas estructuras. Esto se ve reflejado en nuestra experiencia personal y también en la sociedad y el colectivo.

Ahora iniciamos una nueva etapa de nodo sur en Libra y nodo norte en Aries (18 julio de 2023 – 11 enero de 2025), lo cual representa un año y medio de revisar nuestra relación con nosotras mismas y con los demás.

Cuando Aries es el nodo norte, nos toca sanar la parte de nosotras que ha estado enfocada en dar gusto a otros y poner al otro primero para mantener la armonía y sentir validación externa.  Con el nodo norte en Aries, la vida nos pide un compromiso con nosotras mismas: el de asumir nuestra individualidad y relacionarnos desde nuestro verdadero Yo.

Nos movemos desde nuestro espíritu independiente, impulso de acción, y fuego interior para reclamar lo nuestro y vivir por nosotras mismas. Trabajamos las co-dependencias y evaluamos desde dónde nos relacionamos; ¿es desde mi necesidad de ser vista y por complacer al otro para tener la aceptación de los demás? O ¿es desde un lugar congruente y auténtico? 

Navegamos el fuego de Aries para movernos no desde la sobre-independencia, agresión o impulso inconsciente, sino desde la acción consciente. Es momento de conectar con nuestra valentía y fuerza interior para poner límites sanos y amorosos y crear espacio para priorizar lo nuestro. Así aprendemos a estar presentes para los demás desde nuestro centro sin sacrificar nuestro equilibrio, individualidad y necesidades en el proceso.